Estos espacios requieren materiales que sean altamente resistentes a la humedad y a las manchas, garantizando una fácil limpieza y un mantenimiento adecuado. Un piso antideslizante es especialmente importante para prevenir caídas y resbalones, promoviendo la seguridad de los estudiantes. Además, un buen recubrimiento contribuye a la higiene general del lugar al facilitar la evacuación de líquidos y proteger contra la proliferación de bacterias. La durabilidad también es esencial, considerando el uso constante que reciben estas áreas. En resumen, un piso bien elegido no solo asegura un entorno sanitariamente seguro y eficiente, sino que también favorece la comodidad y la satisfacción de los usuarios.